Los científicos dicen que han descubierto una anomalía biológica que podría cambiar todo lo que sabemos sobre el sentido del olfato.
Un estudio publicado en la revista Neuron muestra que algunas personas tienen un sentido del olfato regular, a pesar de perder una parte del cerebro que se considera crucial para el olfato: olfatear bulbos.
La falta de estas bombillas debería causar anosmia (incapacidad de una persona para oler), sin embargo, el cerebro parece encontrar la manera de compensar.
Los científicos dicen que los olores entran en la nariz y estimulan las terminaciones nerviosas.
¿Cómo percibimos el olor? Una señal que viaja a una parte especializada del cerebro: los receptores olfativos que procesan las señales que salen de la nariz para identificar lo que estamos olfateando.
Sin embargo, un gran avance se produjo cuando los investigadores del Instituto de Ciencia Weitzman en Israel descubrieron que hay personas que tienen un sentido del olfato común a pesar de que no tienen esas bombillas.
Los científicos dieron el primer ejemplo al examinar los cerebros de las personas con un sentido del olfato saludable, como parte de un estudio completamente no relacionado.
«No pudimos encontrar ningún signo de bulbos olfativos en su cerebro, es una anomalía, esto no tiene sentido, ¿verdad?» El profesor Noam Sobel le dice a la BBC. El profesor Sobel dijo que «no tenía ni idea» de por qué el género y la zurda parecen estar involucrados, informa la BBC.
El equipo buscó en una biblioteca pública que tenía 1,113 escáneres cerebrales, el Proyecto Human Connectome, y encontró más ejemplos.
El fenómeno nunca se ha detectado en hombres, pero está presente en más del cuatro por ciento de las mujeres zurdas.
Hay algunas ideas, pero solo nuevas investigaciones pueden determinar la causa real.
Una opción es que las mujeres tengan bombillas perfumadas, pero son tan pequeñas que no se pueden ver en algunos escáneres.
Sin embargo, esto no explica cómo retienen un buen sentido del olfato con bombillas tan imperceptibles.
Otra explicación es la capacidad del cerebro para adaptarse, conocida como plasticidad. Si un bebé nace sin bulbos olfativos, existe la posibilidad de que otra parte del cerebro se haga responsable del sentido del olfato.
Pero los investigadores han llegado a una explicación más controvertida sobre la comprensión del sentido del olfato.
Argumentan que las bombillas olfativas pueden no participar tanto en el reconocimiento de olores y en su lugar juegan un papel diferente, potencialmente para la localización de olores en lugar de la identificación.
«Es una gran diferencia», dijo el profesor Sobel. El hecho de que su capacidad olfativa sea prácticamente idéntica a la de los sujetos normales es muy sorprendente «, dijo a la BBC el profesor Matthew Cobb, de la Universidad de Manchester.
El autor del próximo libro titulado The Sense of Smell: A Very Short Introduction dice que el cerebro es muy flexible y puede compensar la falta de bombillas aromáticas.
«Por ejemplo, hay un hombre en Marsella cuya corteza, la región del cerebro que generalmente se considera que está involucrada en funciones intelectuales superiores, está comprimida en una pequeña franja de células, pero es de inteligencia promedio y mantiene un trabajo como funcionario
«En China, una mujer joven no tiene cerebelo, la estructura en la base del cerebro involucrada en la coordinación, y aunque tiene dificultad para hablar y falta de coordinación, estos síntomas no son tan graves como los estudios en animales sugieren que deberían ser «, dijo el profesor Cobb.